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Alimentación minimalista: 5 acciones para practicarla

Quedarnos con lo esencial y quitar lo superfluo. Esta es la base del minimalismo para poner en práctica la conocida frase “menos es más”.

¿Podemos extender esta filosofía a la alimentación?

Claro que sí.  

Simplificar las comidas, lo que compramos y también lo que cocinamos, puede ser una de las claves para mejorar tu alimentación y la de tu familia.

¡Ojo!, con simplificar no me refiero a que tengamos que comer todos los días lo mismo o a que tengamos que reducir nuestras comidas a pocos alimentos. Lo que quiero decirte es que quedarnos sólo con las cosas importantes, puede ayudarnos mucho.

Pues si lo piensas… querer hacer muchas recetas nuevas, comprar una gran variedad de alimentos, tener la despensa provista de muchos ingredientes u organizar un menú nuevo cada semana puede resultarte,  de primeras, motivador, pero, ¿lo es realmente cuando no tenemos el hábito creado?

¡Para nada!

Para crear un nuevo hábito es importante que se lo pongamos fácil a nuestra mente. Pues si tiene un listado interminable de cosas que hacer para conseguirlo, lo que va a sentirse es muy aturdida.

De esta forma, no solo nos resultará mucho más sencillo ejecutar esa acción no automatizada, sino que estaremos mucho más motivadas para pasar a la acción.

Y voy a serte totalmente sincera…

Desde que soy madre y, a la vez, mujer emprendedora, esta idea ha cobrado aún más significado en mi vida. Pues ya sabes que el tiempo para hacer cosas “sola” se reduce muchísimo y, hay días, que si tienes tiempo lo que no tienes son ganas. Seguro que te suena 🙂

Sin embargo, a pesar de este obstáculo, sí quiero seguir cuidando de mi alimentación. Y, la práctica del “Menos es más”, a mí me está ayudando mucho.

¿Cómo lo hago?

Te voy a contar 5 acciones que practico:

  1. Cocinar, a la vez, varias verduras en el horno. Con esta acción, además de ahorrar tiempo en la cocina, ahorro energía (bueno para el bolsillo y para el planeta). La calabaza, la berenjena y el pimiento suelen ser mis preferidas para asar. Estas duran unos 3-4 días en el frigorífico. Junto con estas, también suelo cocinar algún tubérculo: patata, batata o yuca.
  2. Usar la misma plantilla de menú todas las semanas. Lo único que hago es cambiar algún alimento del mismo grupo  (p.ej:  edamame por garbanzos) y así cambio de forma automática la receta.  Esto te lo enseño a hacer en mi clase de Planificación de menús de mi curso APRENDE A COMER SANO y te regalo la plantilla para que solo tengas que cambiar los alimentos.
  3. Pensar en recetas con pocos ingredientes. Yo soy de las que huye de recetas con muchos alimentos. ¿También te pasa? Para conseguir platos con pocos  ingredientes y los que tengo en casa, uso Ekilu. Que por cierto, puedes disfrutar de un 40% de descuento pinchando aquí.
  4. Hacer un listado de comidas que quiero repetir cada semana. Estos suelen ser mis platos  preferidos últimamente:  
    • Fajitas o burritos con pollo y verduras o con legumbre y verduras.
    • Ensaladas. Acostumbro a hacer dos con legumbres, otra con pescado en conserva y otra con huevo cocido. También les añado queso, semillas y/o frutos secos.
    • Tortilla de verduras. La hago de espinacas y calabacín.
    • Tortilla de patata que suelo hacerla al microondas.
    • Pescado al horno con cama de patatas.
    • Pizza u hojaldre, a veces la hago con base de yuca, otras hago la masa con harina, y otras muchas veces, la hago con una masa comprada que esté elaborada con harinas de calidad y aceite de oliva.
  1. Usar productos mínimamente procesados y de buena calidad nutricional.¿Cuáles suelo usar?
  • Verduras y legumbres congeladas, las mini alcachofas y las espinacas son mis preferidas.
  • Verduras en conserva como pimientos del piquillo y espárragos blancos.
  • Legumbres en conserva, los garbanzos son mis preferidos.
  • Tortillas para burritos y para  dippear (si los metes al horno quedan duritos y con hummus o guacamole están deliciosos).
  • Cremas de frutos secos. Los uso no sólo para untar en la tostada, sino también para hacer alguna salsa para las ensaladas.

Y hasta aquí puedo contarte a cerca de todos los trucos que a mí me ayudan a comer de forma más sencilla para comer mejor.

Y a ti, ¿qué es lo que más te ayuda?

PD: Muchos de los trucos que te explico en el artículo, los puedes encontrar más desarrollados y con más detalle en mi curso ‘Aprende a comer sano‘ o en las clases sueltas  de ‘Compra sana y sostenible‘, ‘Planificación del menú‘ o ‘Cocina saludable’. Y piensa que ahora, con el nuevo formato de mi escuela online, puedes conseguir un 10% de descuento por la compra de dos cursos o bien un 15% por la compra de 3 cursos.

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