Premiar con recompensas insanas en eventos y actividades deportivas sigue siendo una costumbre habitual…
El pasado Sábado 17 de Septiembre, se celebró la XXXVIII Pedrestre de Guadarrama, una carrera que además de alegrarme de que siga viva año tras año, tengo especial cariño, y es que con 10 años participé y fui campeona de mi categoría. Mi padre siempre me lo recuerda, y no voy a deciros que no me genere nostalgia y satisfacción.
Este año, no la he corrido, ya que hace tiempo que dejé de sentir motivación por las carreras populares. Pero a pesar de no ser partícipe de esta, si tuve la oportunidad de estar allí, viendo como más de 200 personas apostaban por hacer deporte. ¡¡Enhorabuena a todos los participantes!!
Mi descontento, y este es el motivo de esta entrada, se desencadenó cuando fueron llegando los primeros participantes a la meta, en este caso los más pequeños, y fui descubriendo que para recompensar su esfuerzo había que premiarles con una bolsa llena de golosinas.
Fue entonces cuando me realicé varias veces la misma pregunta…
¿Cómo no vamos a ser el primer país con mayores tasas de Obesidad Infantil?, ¿Por qué nos extraña que cada vez más niños padezcan Diabetes tipo II?
Me cuestioné estas preguntas, pero no las verbalicé, ya que de haberlo hecho, estoy convencida de que me hubieran llovido demasiadas críticas “Mujer…sí son niños, están creciendo…y además ya lo han gastado”. Creerme, este argumento sigue siendo demasiado común, aunque nada coherente.
¿Las recompensas insanas fueron solo para los niños?
Cuando ya creí que me había recuperado de este hecho y empecé a asumir todo lo tenemos que seguir trabajando para conseguir cambios y favorecer entornos saludables, empezaron a llegar los primeros adultos a la meta. Pensaba yo…¿Qué les darán? ¿Será fruta y agua? Entiendo que sí, pues solo han sido 8km de carrera.
¡Zas! Mi gozo en un pozo :)…quedó entonces inaugurado el desfile de panteras rosas y tigretones. Sí, algún plátano y alguna botella de agua se veía por la calle, no os voy a decir que no, pero ante estas dos opciones, ¿Cuál creéis que tuvo más reclamo?, ¿Son estas recompensas insanas la mejor forma de premiar a las personas por su esfuerzo?
Aunque esta crítica viene motivada por mi última experiencia, la realidad es que vengo viéndolo desde hace tiempo diversas celebraciones deportiva y otras actividades relacionadas con el ejercicio físico. ¿No es hora de cambiar?
¿Creéis que vamos por el buen camino si entendemos que para recuperar y premiar el esfuerzo de una carrera debemos dar bollos?, ¿Pensáis que es lo mismo ofrecer fruta que un bollo industrial?, ¿Os habéis parado a pensar las consecuencia que tienen estos anclajes?
Me pregunto yo…si queremos premiar, ¿Por qué no buscamos otras recompensas que sean congruentes con la práctica de ejercicio físico?, ¿Qué tal obsequiar con una entrada al SPA del polideportivo?, ¿Qué tal si potenciamos el comercio local y ofrecemos una tarjeta regalo para poder gastar en una frutería del pueblo?, ¿Qué tal una entrada para el Forestal Park?…¡Ahí lo dejo!
En resumen, y desde mi más sincera opinión, solo ganaremos la carrera, cuando empecemos a entender que los eventos deportivos y los productos ultraprocesados no pueden ir de la mano.
Antes de terminar, me gustaría dejar claro que el propósito de esta entrada no ha sido otro que el de despertar conciencia, para asumir responsabilidades y conseguir cambiar costumbres que nos alejan de lo que todos queremos…SALUD.
3 comentarios en “Cuando los bollos dejen de ser la recompensa a una actividad deportiva, todos ganaremos la carrera”
María, estoy muy de acuerdo con tu artículo.
Te encantaría ver los regalos que solemos dar en las carreras de La Bañeza (León).
Algunos ejemplos:
– II Trail Cueva de Valporquero: Camiseta, Agua, Sandía, Caja de Legumbres Luengo con unos 3Kg de alubias y garbanzos de diferentes tipos.
– V Carrera de la Alubiada: Agua, Caja de Legumbres Luengo, y entrada para la “Alubiada”, degustación al aire libre en la que se reparten 6.000 raciones del producto estrella de la gastronomía local, las alubias.
Luego te pongo en Facebook alguna foto 😉
¡¡Hola Leandro!!
Me encantan los premios que dais y me va a encantar verlos en Facebook…porque así también se demuestra que sí hay organizadores que apuestan por recompensas saludables.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo,
Hola María, muy de acuerdo contigo, como no podía ser de otra manera. Acabo de llegar del supermercado y no deja de enfadarme que la comida basura compita de manera tan desleal con la comida saludable, y es que al salir, en la caja, ahí bien a mano de cualquiera que pudiera no haberlo visto antes en su estante habitual, agazapados pero bien a la vista para que los eches al carro y te los lleves a casa, esperaban unos paquetes de nada más y nada menos que 8 DONUT DE CHOCOLATE (berlinas en su versión marca blanca) por 1€…???¿¿¿¿¿!!!!!!!
Para los despistados……. por si no lo habían visto antes………… por ese precio
Para los golosos…….. cómo resistirse…….. por ese precio…..
Para los niños que van a montar un follón a la salida si no se los compras y que la madre, ya cansada a la vuelta del trabajo se los va a comprar, por dos razones: para que no monte lío y para qué vamos a engañarnos, porque por ese precio ¿quién no los compraría?
Para el que sale del trabajo y ya llega a casa hambriento…………. por ese precio
Y en general para cualquiera al que le guste el dulce mínimamente………….. por ese precio.
Tengo que confesar que si no fuera porque me ocupo de concienciar y porque el estar todo el día hablando de nutrición me hace tener esa conciencia………….. yo también los compraría.
Así nos va, a la cabeza de los paises con más sobrepeso y obesidad y como consecuencia, un pais enfermo.
Enhorabuena por la entrada Maria, poco a poco iremos creando conciencia y enseñando a las personas a hacer mejores elecciones y a disfrutar con ellas.